1/6/13

Ruega por nosotros

La herencia se repartió. A ellos le tocaron las joyas, a mi todo lo demás. Les compadezco profundamente



.La amo profunda, eterna, feliz. Su presencia iluminaba el cuarto y aún en sus últimos días me dirigió una sonrisa, un te quiero y nos vemos mañana, ese mañana no llegó; por siempre su niña preciosa, su última hija de crianza. No le digo adiós, no puedo. Le digo que la amo y eternamente será mi madre, mi abuela, mi rayo de luz. Para siempre su nieta consentida, para siempre la mujer más bella del mundo.

No hay comentarios: