Lección de cocina

Yo permaneceré como permanezco. Quieta. Cuando dejas caer tu cuerpo sobre el mío siento que me cubre una lápida, llena de inscripciones, de nombres ajenos, de fechas memorables. Gimes inarticuladamente y quisiera susurrarte al oído mi nombre para que recuerdes quién es a la que posees.

Rosario Castellanos

Oración de letras

¿Y si de pronto me quedara sin letras?
Nada más que decir; las palabras se formaron y se fueron de dos en dos y de tres en tres, enfiladitas en alfabeto. Me quedaría sola entre muchos libros vacíos y la eterna simplicidad de no saber plasmarme.
Me desocuparía de la ortografía, la sintaxis y lo poco que sé de lingüística, olvidarlas como al pan o cómo fumar, dejar cerca del cenicero filtro y gramática.
Quizá sin letras dejaría de llenar espacios vacíos con palabras grandes, palabras cansadas y serias para solo poner ideas cortas de cabellos largos.
Me quedarían las imágenes; las que todos tienen, las comunes y desarrapadas que van y vienen. Las que pensamos cuando estamos en la fila del banco o en la regadera.
Sin letritas habría sensación de vaguedad, de inconstancia y no habría una manera de viseralisar lo parco del día. ¿A quién le sirve un verbo conjugado sino al sujeto que le ora?

Que terrible sería olvidar que puedo pintar con colores desdibujados o escribir LÁPIZCUERNOPIEABRAZOBORRACHERAFOTOFOTOFOTO

Quizás he dicho todo.