Ella ya no comprende dónde está o quiénes somos, porqué le decimos que tome el solo todos los días o que se coma las verduras y no solo la carne. Medio escucha donde y cuando le conviene y hasta tres veces le decimos la hora cada diez minutos. Volvió a ser una niña que necesita padres al pendiente de sus buenas acciones y benevolentes con los berrinches, alguien que este al pendiente de todo lo que a ella convenga por que ya no conoce la denominación de los billetes o hacia donde abren las llaves del agua.
Hace unos años si faltaba mamá ella hacía de todo como tal y, como mamá, ella era todo para mí. Todos los días la dejo ir, acepto que me olvide. Estamos solos en esto, mis tíos no se acuerdan que tienen madre y más hace mi cuñado en un día que ellos en un mes.
Ella que me vio crecer y madurar no sabe quién soy y por qué la siento a comer a cierta hora si no tiene hambre carambas o desde cuando tengo el poder de decirle que se bañe. Es duro, más que duro es doloroso e impotente pues no podemos luchas contra el tiempo, ella nos olvida y nosotros la detenemos con las uñas.
Solo queda esperar y rogar mas tiempo.
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