11/1/11

XXV


Aparecí desprovista una mañana de invierno. Papá quería un varón, mamá una nena evidentemente se le cumplió a ella pero papá tuvo quien lo acompañara a ranchear, cuidar becerritos, tirar con escopeta, trepar bardas y jugar pesado.
Debo decir que soy pequeña desde siempre; pero se compensa con que hablo muchísimo, casi por contagio. Me pierdo entre lo mucho que pienso y digo solo una parte del divague, siempre puedo hablar de algo, de lo que sea.
No sé por qué siempre he pensado que ser bajita y hablar tanto es un detalle cómico, gusta creer que tuvieron que acomodar muy bien toda la paquetería divina para que no quedara nada fuera ni sobrara espacio. Y que todo fue adrede y con alguna razón que después sabré.
De nombre me pusieron el signo que daría rumbo a lo que soy: Alejandra. El diminutivo es mi seña, no me gustaba que me dijeran el nombre completo por que me hacía sentir la seriedad y el peso de quien soy, prefería tres letras fáciles a las nueve que me recuerdan el todo.
Significa tres cosas: Protectora, auxiliadora de la humanidad y vencedora. Cualquier parecido con la realidad, dialóguese con mi abuela que abogó por mi y para que no me pusieran Hortencia y qué bueno que asi fue.
Ale para los amigos, Alecita para los más cercanos. Pero Alejandra quedó para la formalidad y para amantes. Conocí realmente mi nombre cuando un hombre me lo dijo al oído.
Tuve una infancia larga y divertida, siempre he sido capaz de entretenerme fácil con casi cualquier cosa y allí surgió la imaginación y el gusto por la lectura. Las maestras que tuve en primaria se impresionaban con algunos comentarios que hacía en clase, decían que eran agudos y hasta sarcásticos para una niña que medía como un metro y usaba trenzas y diadema. Siempre fui de concursos académicos y composiciones poéticas, incluso algunos pensaban que era prodigio. No era tanto, solo era diferente a los otros niños.

Durante la secundaria me hice vaga, pintera y ocurrente, pasé tres años mirando a mi al rededor para no perder un detalle de las personas y los acontecimientos. Jamás fumé ni pistee, era traviesa por que me gustaba vagar por las calles cuando debía estar en clases. Dejé de lado la excelencia escolar para ser una más del grupo y así comenzó mi camuflaje para hacer bromas y que jamás pensaran que había sido yo. Tuve mi primer novio con desenlace triste, mi primer beso y la primera vez que sentí celos. Me gustaron todos los niños habidos, y en ese espacio aunque fueran unas cuantas horas eran únicamente míos.

El bachi pasó de noche. La Universidad fue el conjunto de seres más raros que yo en un solo lugar. Allí sí que me entretenía: entre los amores, los exámenes, la carrilla, la felicidad y las pedas no había espacio para aburrirse y creo que fueron los casi cinco años más emocionantes.

Dentro de las instituciones donde estudié o pasé la vista por las letras tuve muchos conocidos, camaradas, compas y compañeros; pero amigos pocos y para siempre. Me es relativamente sencillo encontrar con quien platicar y casi siempre nos hacemos amigos. Y desde pequeña me habitué a que en todos lados he de encontrarme a alguien para platicar y mandar saludos más adelante. Quien haya salido conmigo sabe que tardaré unos diez minutos en decir el primer adiós y otros cinco en cumplirlo. Los verdaderos amigos no conocen de tiempo ni tienen tan buena memoria. Podría nombrar a los que amo, pero ellos lo saben por que sigue conmigo y puede que hasta pasen por aquí.Por mis letras.

Y hablando de tal, disfruto leer por el mero placer de distraerme del mundo. Pocas cosas son mejores que un buen libro y un cigarro debajo de un árbol un día soleado o nublado. He leído al rededor de 250 obras literarias sobre todo españolas y latinoamericanas, no recuerdo el nombre e todas pero sí tengo presentes las que me marcaron. Estudié literatura a razón de no tener idea qué más podría estudiar y jamás me he arrepentido, pienso que pude estudiar algo más lucrativo o con más campo de trabajo, sin embargo no me imagino siendo enfermera o ingeniera química, ya que por dentro y por fuera soy de letras, literalmente.

Actualmente doy clases en un colegio particular, la manera en que llegué es extraña como casi todas las formas en que llego a un lugar en el que voy a quedarme mucho tiempo. Este año de clases ha sido el más divertido trabajo de los cuatro que he tenido, casi ni lo veo como una labor, más bien como una actividad recreativa-lucrativa que me entretiene tres o cuatro meses por dos de descanso, claro, sin paga, y vale la pena hasta las últimas consecuencias por el hecho de hacerme feliz y enamorarme de la profesión que requiere ser domador de serpientes, psicólogo, mamá, payaso, azotador y hada salvavidas.

Siempre fui muy volada, me encantan los hombre sobre todo si tienen el menton cuadrado, barbados y huelen rico. Tuve algunos novios,unos más serios que otros, unos mas feos que otros, unos más que otras.Pero el que se ganó mi corazón fue Dimitri,no solo por que me gusta mucho sino por que es el mejor. Puedo pasar horas y no me aburro, al contrario siempre me quedo con ganas de estar más tuempo con él. Quizás hasta por que me da avión cuando ando en los viajes astrales o en mis tragedias inventadas, me pone los pies en la tierra y me deja soñar.
Actualmente el amor me rodea, y estoy profundamente agradecida por ello. A

Ahora que cumplo 25 me doy cuenta que es la tercera parte de la edad de mi abuela y la mitad de mi mamá. Que los menores me dicen señora y los mayores me dicen jovencita o señorita. Para mis alumnos soy una mujer y para mis papás una pequeñuela, por tanto estoy a la mitad: grande para tomarte una cerveza pero pequeña para llevar una casa, Estoy justo en parte interesante, el clímax de la trama . A penas comienza lo bueno. Quédense, habrá chicos, chicas y sonido disco y un picachu grandote


3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Cómo no recordarte?
Cómo no imagintarte? si hace apenas unos años, cuando eras Alessita, la pequeñita y su forma de hacerte reir"

Me quedo medio mal la parodia de la canción Princesa, de Joaquín Sabina (L) pero si Alesita, claro que me acuerdo de usted!!

Un gustaso saberla bien, espero qué haya pasado un cumpleaños mágico!!

Un abrazo grandotototote!!

Salud por sus 25 y contando!!

Un hombre dijo...

fué bueno decirte tu nombre al oido jeje

Dimitri dijo...

yo te amo hermosa, tanto como de la cabeza al cielo

disfruta tus 25, solo pasan una vez =)

te amo

DIM