No soy y ni siquiera me parezco a quien usted me inventa. Soy su personaje favorito de una película francesa o de Cien años precisamente por la soledad. Usted me crea, supone escucharme y en realidad se equilibra en mi voz para edificar las palabras que decide escuchar. Soy un personaje creado en vida y cuando termine el libro, lo cierre o dé paso a armar más espacios iré a la galería de los seres que no existen. Usted no siente nada por mi, solo experimenta qué se siente amar un personaje como tantos me han amado. Me piensa en el simbolismo de las letras que desea leer en nuestros diálogos, que a fin de cuentas será soliloquio cuando ya no exista, cuando me mire pedestre, simple y sin ansiedad de ser un personaje. Cuando me enamore de usted.
Ya, cierre el libro.
Ya, cierre el libro.
1 comentario:
Alesita!!! Qué gusto que exprese ese amor por las letras en este blog. Que siga siempre igual de activo!! Un abrazo.
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