Creo que soy muy buena católica y no por que sea buena persona sino por que todo lo que me produce placer también me da culpa. Si hay una pelea por leve que sea siento de entrada que fue mi responsabilidad por no haber esperado, responder a la agresión, no verlo venir.
O bien, si hago una vagancia la culpa dura días y días, si peco de gula... Vaya, creo que ya me expliqué.
En estos días peleé con una amiga: trató de cambiar la fecha de una reunión y me opuse. Dos pensamientos me cruzaron la mente: Si no hacemos lo que ella quiere no va, y si lo hacemos tampoco va. Dije sinceramente lo que pensaba -ah que buena idea- y salió mal. La amiga se enojó, otra se puso solidaria donde y cuando la primera lo supiera, una más se puso como yo y a las otras les valió madre.
Cosa graciosa la culpa pues no necesita una razón verdadera, solo una diferencia de la idea primaria. La reunión se hizo, pero de una manera bizarra. Cierto fuimos las que quisimos, cierto estuvimos juntos y platicamos. Pero la miradita incriminatoria -cierta o no- me apachurró la noche.
Después de esta noche no estoy segura qué es lo mejor para la siguiente oportunidad que pueda estrenar mi honestidad de opinión - de poco uso- Si la aplico siento culpa si no lo hago, también. La primera es por razones ya explicadas, la segunda por hacer cosas que no deseo.
Necesariamente catártico-Posyaquéchingados-
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