Digo que jamás debió existir el primer lunes, es un día triste que nadie recuerda más que por ser el final del cotorreo y por amargar el resto de la semana. Aparte de que olvidamos promesas, trabajos finales, la cita con el dentista y, como decía mi profe de mate en el bachi -Los lunes... ni las gallinas ponennnnnnn- (por que así decía)
Y es que aun hay confusión a cerca de si Dios empezó a crear el mundo este día o se esperó al martes. Y si así fuera, para ¿qué queremos los lunes?
1 comentario:
Garfield no le debatiría.
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