María tiene ojos cosmogónicos y manos de porcelana. Esta hecha de arte, de erotismo, de amar hasta los huesos. Lunar, la noche es su día, la vibración su conciencia.
Mujer extranjera de tierra, se intuye en agua. Viva y sexual, elegancia de rocio, de lluvia caudalosa y pertinente.
María circular sacude de nostalgias terrestres.
En ella
todo es marino.
Ni los ojos, ni el cabello, mucho menos la finura. Pero de que somos hermanas, lo somos.
La quiero Mujer
2 comentarios:
El mejor regalo que pude recibir: sus letras.
Gracias mujer.
Nos llevaré colgando del cuello, de ahora en adelante.
Muaaak!
:)
Ah, este post me gustó retiharto :3
Saludos a las hermanas.
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