Me aterran los cambios, todos... de escuela, de amigos, hasta los cambios de lugar a la hora de la parranda me alteran y es que soy poco flexible a la hora de cambiar planes y aunque siempre tengo un plan B sigo presionada a que todo salga bien.
Sufro si algo me cambia, desde un plan o un trabajo porque temo equivocarme y ese es el punto de mi inflexibilidad: prefiero seguir donde estoy a equivocarme de lugar y no poder regresar.
Lo extraño es que esta vez cambié de trabajo y eso incluyó materias, personal, lugar y alumnos de tajo. Completamente diferente, y en vez de aterrarme me sobreexité; estaba emocionada y saturada de emociones al presentarme el lunes a trabajar a una prepa, que no era donde me hacía en vacaciones, que ni me acordé que no tenía conocidos ni apoyo, ahora sí estaba sola frente al mundo. Creo que después de estar tan cansada de lo mismo, este movimiento no me asustó sino que me dio más empuje para correr hacia otro lado y ver otras opciones, resulta que no me pierdo de nada por intentarlo y si no funciona pues ni modo y a otra cosa mariposa.
Lo que más funciona es pensar -ya qué, ya estoy aquí, lo peor que puede pasar es que me guste-
y a veces funciona.
Otras no.
Lo extraño es que esta vez cambié de trabajo y eso incluyó materias, personal, lugar y alumnos de tajo. Completamente diferente, y en vez de aterrarme me sobreexité; estaba emocionada y saturada de emociones al presentarme el lunes a trabajar a una prepa, que no era donde me hacía en vacaciones, que ni me acordé que no tenía conocidos ni apoyo, ahora sí estaba sola frente al mundo. Creo que después de estar tan cansada de lo mismo, este movimiento no me asustó sino que me dio más empuje para correr hacia otro lado y ver otras opciones, resulta que no me pierdo de nada por intentarlo y si no funciona pues ni modo y a otra cosa mariposa.
Lo que más funciona es pensar -ya qué, ya estoy aquí, lo peor que puede pasar es que me guste-
y a veces funciona.
Otras no.
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