21/4/10

Para saltar al vacío

Lo único seguro es que mañana no estaré aquí. Algo pasará en el día y no seré la misma mujer que escribió estas líneas. Hoy a la hora de dormir seré una y a la mañana siguiente estaré de nuevo en mi cuerpo.
Sin los giros irónicos permanecería estática sin necesidad de salir de la pequeña comodidad. Así pues, para bajar con Dante y encontrar a Beatriz hay que aguantar vara; a veces ser un Cyrano con una Roxana y desmadrarnos de a poquito y llorar por las rodillas. Aceptando que esa es la consecuencia obvia, pues la permanencia implicaría la pérdida de todo movimiento y la incapacidad de aplicar crítica o analísis. Entregar todo, por gusto y la salud de que lo único que puede hacer sentir algo... por dentro.



De frente no se raje, no chille, derechito y sin mostrar miedo. Mire el horizonte. Un paso al frente. Luego nada. Ipso facto

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