9/8/08

Reflejos

Una vez alguien me dijo que no podía irse más lejos, pues jamás había estado de cierto.
Cuando volví a ver esos ojos en tonos rojos y azules, supe que la mirada más bella no es la del que extraña, sino del que carga en los ojos la historia hasta que pueden mirarse de nuevo.

2 comentarios:

Samuecchi dijo...

Te miro marchita, endemoniada
y no vuelvo a mirar jamás..



Me recordó esos versos.
Así como la importancia de siempre ir más lejos hasta que parezca que ningún sitio queda a la distancia.


Le mando un saludo.

· maría dijo...

Para qué ir tan lejos si lo cercano es "real"...

O para que permanecer en un solo lugar, si se pueden pisar con la misma firmeza distintos colores ...

La aspirina si que es buen remedio, muchas gracias por el consejo mujer ^^