9/5/08

Autobiografía

Cuando nací se me hizo que el mundo era frío y por eso me gusta más el invierno. Creo que a los doce perdí al último amigo imaginario y desde entonces pienso que la gente me habla con letras muy grandes, el juego es esquivarlas y acomodarlas como más me gusten. (A veces no lo logro)

A los quince todo intento de ser abandonar el cuerpo larval fue demasiado tarde, la Naturaleza ya había hecho un monumento a la eterna infancia. Despues berrinches y miraditas coquetas hicimos las pases: Sería una fuente de signos en molde femenino.

Después de los diesiocho me hice dispersa, olvidadiza y divagué tratando de recordar dónde había dejado la risa colgada, no tenía luz. Un día sin más, volvió y se pegó al cuerpo donde quizo quedarse (A veces sonrío de espaldas) y la luz ya es mía (Iluminemos un poco)

A los veitiuno dividí los años que me quedan entre mariposas, gatos, letra y melodías. Y justo a los veintidos: el filo, el momento de despertar sensata y, abaratadas estas palabras con un vulgar final, dejan de brotar las letras de manos y pies.

4 comentarios:

Dimitri dijo...

eso de las melodias es lo que me corresponde a mi? jeje

muy nice amor, te amo mucho preciosa

DIM

Homeless Schakal dijo...

Primera vez que leo que alguien se refiera a sí mismo dejando fuera las enfermedades, momentos difíciles y demás cosas que marcan la existencia.

Saludos mujer.

David Alejandro dijo...

Hey hola, pues me gusto su biografia, jeje ;. en especial la parte de berrinches y miradas coquetas.

Le mando un beso y un abrazo muy grande espero que todo le salga bien es su fin, o lo que nos quefa de él.

David Alejandro dijo...

buenos dias aqui saludandola mi estimada, que tenga un exelente dia.