En, exactamente, una hora cumplo años.
Como siempre en mis cumpleaños hago una breve reflexión sobre las experiencias y cambios de este año 27 que abandono. Pues bien, tuvo de todo pero muy notorias las diferencias entre las altas y las bajas, como la muerte de mi abuela materna, el abuelo paterno, quedarme sin trabajo justamente hoy, las entradas de mi hermana al hospital y creo que en muchos años no había llorando tan poco pero tan intensamente. A su vez las altas fueron incomparables: el nacimiento de mi sobrina Katia Alejandra es la maravilla, así como estar al lado de mi marido, las familias y sus aproximaciones.
Lo del trabajo me tiene triste, esperaba quedarme en esa escuela por años y no me duró más que un año, hubo movimientos legales inaceptables y terminamos el contrato por medios definitivos, justo ahora debo empezar a recorrer escuelas y buscar un lugar conveniente a mis intereses, empezar de nuevo con todo lo que me aterra. Sin embargo sé que encontraré un mejor trabajo y de nuevo se encarrilará este desmadre.
Como dice Donna Noble: ver la creación más grande e importante del mundo pone todo lo demás en perspectiva.